Preciso es condenar al que se burla de nuestra moral



El era un fabricante de mentiras,

Tenía las historias de cartón, su vida era una fábula de lata, sus ojos eran luces de neón.

Y nunca tengas fe, que sus mentiras pueden traer dolor.

Ella era un típica inocente, zapatos, negros, medias de algodón, que sólo era feliz en el colegio, que nunca tuvo en su piel amor.

Inútil es decir... que lo que le dijeron lo creyó.